En la contraportada se nos anticipan el final. Makinaria es una aceleración poética de cero a cien en tres segundos. Si tienes entorno a los quince años este puede ser tu libro. Se trata de una obra llena de versos con el depósito lleno de gasolina, tetosterona y alcohol; un libro sin más límite que el de un cuentaquilómetros que señala una ruta suicida, un libro de versos sin final feliz porque la Muerte convierte la euforia en chatarra.
Makinaria se inicia con una cita de la Canción Born to run de Bruce Springsteen. Escucha este fragmento de la canción con atención y comenta con tus compañeros/as las razones que pudieron llevar al autor a escogerla. Vídeo 1
Aunque tendemos a asociar la poesía con la expresión de emociones, también nos puede contar historias. Fíjate por ejemplo en el poema "Marihuana" (LEER).
Como ya lo advertirías, Makinaria nos cuenta una historia que posee una estructura clásica: presentación-nudo-desenlace. Además los poemas figuran agrupados en 6 bloques de contenidos con nombres alusivos al cine, a la música o a los videojuegos:
- Roedores de caucho: Este libro está protagonizado por los "roedores de caucho", los jóvenes que llevan "gasolina inyectada en vena" y "coches maqueados", tal "gallos de pelea...drogados de adrenalina".
- Need for speed. Presenta 4 poemas vertigionosos, rápidos como la obsesión por la velocidad.
- Radical fire: Se organiza en 6 poemas alrededor de las relaciones y el ligue, la comida basura y la diferencia con unos padres que nunca sintieron el vértigo de un derrapaje a fondo, entre el desconcierto de no saber "a que maldito lugar/ me va ir arrastrando/esta carretera secundaria/a la que le dicen día de mañana".
- Sound play session: Contiene dos poemas en los que la velocidad es una vía de escape a toda máquina en la noche sin meta, que tiene el cementerio como destino.
-061: Agrupa 5 poemas avanzando desde la ambulancia y la desesperación materna a la autopsia, la nota necrológica y la chatarra que es en el nicho "chatarra de la memoria".
-Game over: Incluye 4 poemas, que van desde la imprecación a la segunda persona al destino fatal sin vuelta, al nicho en el que el sujeto poético reclama "flores/lozanas y frescas/para que se pudran/ aquí conmigo".
